“Inteligencias Reflexivas”: Chile inauguró su pabellón en Bienal de Venecia con crítica al sesgo territorial en la IA
El Pabellón de Chile en la Bienal de Arquitectura de Venecia denunció la exclusión de territorios y cuerpos materiales en la política nacional sobre inteligencia artificial.
08 / 05 / 2025
Chile inauguró su pabellón en la 19ª Bienal de Arquitectura de Venecia , con una propuesta que combinó arte, política, tecnología y justicia territorial bajo el título Inteligencias Reflexivas . La muestra, liderada por los curadores Serena Dambrosio , Nicolás Díaz y Linda Schilling , llamó la atención por su enfoque crítico respecto a cómo se toman decisiones sobre inteligencia artificial (IA) en el país, dejando fuera a comunidades y elementos esenciales del ecosistema.
El Pabellón de Chile en la Bienal de Arquitectura de Venecia es una iniciativa del Estado de Chile, que es organizada por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, en colaboración con la DIRAC del Ministerio de Relaciones Exteriores y la Embajada de Chile en Italia.
Desde 2018, el Estado chileno ha organizado más de 80 mesas de trabajo con el objetivo de diseñar políticas públicas en torno a la IA. Estas instancias han reunido a representantes del gobierno, líderes empresariales y expertos académicos. Sin embargo, el equipo curatorial del pabellón denunció que en esas discusiones no han estado representados los territorios afectados por la extracción de los recursos que sostienen materialmente esta tecnología.
El proyecto instaló la “mesa de trabajo” como el eje simbólico y físico de la exposición, abordándola como una estructura inestable y abstracta que ha excluido cuerpos sociales, minerales, de agua y de tierra. A través de una cuidada puesta en escena, Inteligencias Reflexivas planteó que la IA no solo es una cuestión de algoritmos y datos, sino también de política extractiva, justicia ambiental y territorio.
La muestra invita a repensar el rol de la arquitectura en estas discusiones, proponiéndola como una disciplina capaz de visibilizar los conflictos invisibles del progreso tecnológico. El pabellón expuso la infraestructura física de la IA en Chile —como centros de datos y redes energéticas— junto con las fricciones sociales y ambientales que genera su expansión.
Gran parte del equipo que desarrolló el pabellón proviene de la Facultad de Arquitectura, Arte y Diseño de la Universidad Diego Portales (FAAD UDP) . Serena Dambrosio, una de las curadoras principales, es profesora de la Escuela de Arquitectura UDP y editora de la Revista 180. El diseño expositivo estuvo a cargo de Pedro Silva, director de la Escuela de Diseño UDP , y participaron estudiantes y ex estudiantes de Arquitectura y Diseño UDP , como Cristóbal Mallea, Luna Valdivia, Constanza Durán, Diego Alday y Frank Hernández.
La identidad visual fue desarrollada por Constanza Gaggero, exalumna de Diseño UDP , lo que refuerza el carácter académico y colaborativo de esta iniciativa. La fuerte presencia de la FAAD UDP no solo aportó consistencia conceptual y visual a la propuesta, sino que también reflejó un compromiso institucional con los debates contemporáneos sobre territorio, tecnología y medioambiente.
Además, el pabellón contó con el respaldo de un comité asesor científico compuesto por figuras destacadas como Alejandra Celedón, decana de la FAAD UDP; Marina Otero y Susan Schuppli, ambas reconocidas internacionalmente por sus investigaciones en infraestructuras críticas y ecologías políticas.
La propuesta curatorial no se limitó a la denuncia, también ofreció un espacio de diálogo y reflexión, proponiendo un modelo alternativo de gobernanza tecnológica que incorpora a las comunidades, cuerpos y territorios habitualmente ignorados . En este sentido, Inteligencias Reflexivas funcionó como una plataforma para imaginar futuros más inclusivos, sostenibles y sensibles al contexto social y ambiental.
Con esta intervención, Chile no solo participó de uno de los eventos más relevantes de la arquitectura global, sino que también llevó a Venecia una discusión urgente y contemporánea: ¿quiénes tienen derecho a decidir sobre el futuro digital del país? La respuesta, para los curadores, no puede excluir al territorio ni a quienes lo habitan.