Curatoría de la instalación pictórica-sonora de la artista Carola Sepúlveda en el Centro Cultural Gabriela Mistral, Santiago, Chile. La muestra es un mapeo sobre la cotidianeidad de lo doméstico y la intimidad de la observación, nacida en el marco del confinamiento por la pandemia del Covid-19. Se articulaba a partir de estructuras cilíndricas que contienían una serie de piezas de mediano y pequeño formato en su interior, desde papel japonés con sombras retroproyectadas, textos a mano alzada sobre muro, óleos sobre tela y una instalación sonora.