Bárbara Pino: en la revolución e indisciplina del diseño chileno

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07 / 12 / 2020

La académica de la Escuela de Diseño y directora del Observatorio de la Moda UDP, es diseñadora y  Magíster en Diseño Industrial del Politecnico di Milano, Italia. Actualmente, es estudiante del Ph.D. en Sociedad Mercado y Consumo, en IULM University de Milano en Italia.
Europa y países como India, China y Japón también han sido parte de los territorios donde ha trabajado y realizado docencia, experiencia y aprendizaje que ha construido su mirada del diseño nacional y globalizado. Leer la entrevista aquí

Este año fue invitada a ser parte de la filial nacional de Fashion Revolution ¿En qué consiste esta revolución y cómo se vive en Chile?

Es conocido por todos que la industria de la moda es compleja: es una de las más contaminantes del mundo; en donde la explotación de la fuerza laboral se ha naturalizado; y de la que todos somos parte a través del consumo. Estudios demuestran que usamos el 30% de la ropa que tenemos y que en promedio utilizamos una prenda no más de 10 veces. Esto tiene un impacto importante para nuestro planeta y para nuestras sociedades. La invitación de Fashion Revolution es detenernos a pensar en el impacto de la indumentaria en el planeta y en la sociedad. A sensibilizarnos e informarnos del cómo/cuáles son/serán los procesos que tiene/tendrá una prenda antes de llegar a nuestras manos y una vez que la desechemos.

¿De qué manera la academia y la investigación aportan a esta revolución?

Siguiendo el pensamiento de Thomas Khun, la academia, a través del pensamiento crítico, provoca anomalías y genera crisis con el fin de cambiar paradigmas. En este caso: la comprensión de la moda como objeto social que se inserta en un contexto socio-cultural, político y económico, generando un pacto social colectivo que define la forma en la cual nos relacionamos. A nuestros estudiantes, por ejemplo, les enseñamos a reconocer las anomalías como primer step para generar cambio.

¿Cuál es el estado del arte de la investigación en torno al diseño en el país?

A nivel proyectual existen ámbitos en los que la investigación de la techné ha llegado a niveles sofisticados, por ejemplo, en el desarrollo de tipografías, el afichismo, el área editorial. Todos estos ligados al “hacer” del diseño. En el ámbito académico existen solo algunas investigaciones ligadas a la historia del diseño y al patrimonio. La reflexión en torno a la disciplina, su futuro y al cómo ésta se enseña es aún escasa.
El diseño viene concebido como una disciplina técnica que recae en la forma y la función de su proyectualidad. Existe poca conversación crítica en torno a la disciplina y esto limita sus ámbitos de acción e investigación.

¿Cuáles son los principales desafíos de realizar investigación en diseño en Chile?

El principal desafío es dejar de pensar que la investigación en diseño es solo para los académicos que publican. En los años ochenta, el británico Nigel Cross, propone investigar “en diseño”, “para el diseño” y “a través de las herramientas del diseño”, esto abre una miríada de posibilidades para la transferencia de conocimientos. Lo que necesitamos es sistematizar la práctica de la investigación, obligarnos a salir de nuestro statu-quo y comprender que la gran mayoría de los contenidos que hoy generamos pueden traducirse en investigaciones, publicaciones, etc.

Su trabajo se ha caracterizado por contar con importantes redes internacionales ¿Cómo estos vínculos potencian o pueden potenciar el desarrollo de la investigación?

La internacionalización es fundamental para potenciar el desarrollo de la investigación, permite expandir horizonte, contaminarse con otras culturas y globaliza el pensamiento. Te obliga a salir de la zona de confort. Para lograr los objetivos es fundamental comprender las necesidades de cada contexto y adaptarse. He enseñado y trabajado en India, China y Japón, en donde el valor de la internacionalización es conducido por dos intereses estratégicos:(1) son instancias para difundir y diseminar el conocimiento; (2) momento de interacción y de agregación de valor político para las instituciones. En Europa, es diverso, en donde la creación del conocimiento es fundamental. Esto hace observar nuestro territorio como un potencial laboratorio de experimentación para el desarrollo local.

El Observatorio de la Moda, que usted dirige, declara que busca producir una reflexión científica, estructurada, participativa y útil para dimensionar la cultura de moda en Chile. ¿Cuáles han sido sus principales hallazgos?

Para responder esta pregunta, parto por declarar un cambio de perspectiva, citando el artículo del MIT de Boston Design: disciplina o indisciplina. El cual reflexiona sobre los modelos de aprendizaje y pensamiento crítico, sosteniendo que generalmente intentamos aplicar e imponer metodologías que están en contraposición con la creatividad de los jóvenes, quienes serán nuestros futuros líderes. Después de años de realizar didáctica y de trabajar en Europa, lo que ha sido un proceso constante y continuo de aprendizaje para mí, cada vez estoy más convencida de que el foco y objetivo principal debe ser la formación y motivación de los futuros talentos creativos: habilitarlos a comprender y dominar la disciplina. Y al mismo tiempo, creo fundamental aprovechar las particularidades de los tiempos que corren, para experimentar el romper las reglas con la “metodología de la indisciplina”.

En medio de la pandemia el Observatorio Sistema Moda Modus UDP reconvirtió batas de protección plástica para personal médico. En este sentido, ¿Qué rol cumple la investigación en dar respuestas a las necesidades del entorno?

En el caso específico de la reconversión de las batas de protección plástica para el personal médico durante la pandemia, el proceso de investigación es aplicado a las relaciones entre los diversos actores que conformaron el proyecto. El objetivo de la investigación fue el de mitigar los modelos disciplinarios divergentes de los actores participantes, sincronizarlos a través de la aplicación de modelos de adaptación (diálogos y feedbacks constantes), alineando códigos culturales, lenguajes e intereses individuales. En este caso específico, es el investigador quien adquiere el rol fundamental de “traductor” y “mediador” de los diversos procesos e intereses del proyecto.
La investigación no sólo debe generar conocimiento sino que también tiene el deber de estar al servicio del territorio y de sus intereses.

¿Qué proyectos de investigación está desarrollando actualmente y qué objetivos persiguen? ¿Cómo proyecta en el tiempo su trabajo en investigación?

En estos momentos estoy desarrollando mi PhD en Sociedad Mercado y Consumo en IULM University de Milano en Italia. Obtuve el primer lugar de los seleccionados de mi generación adjudicándome una beca para trabajar en mi propuesta, lo que me dejó muy contenta y con un gran desafío por delante. Estoy trabajando en temas ligados a la industria de la moda y su desarrollo y potencial como industria creativa.