PREMIO DE CONSERVACIÓN DE MONUMENTOS NACIONALES 2017

COMPARTIR

07 / 06 / 2017

Diseñador UDP integra equipo de la Fundación Desierto de Atacama que acaba de recibir reconocimiento por su trabajo en el Parque Geoglifos de Chug-Chug, en el norte de Chile.

Se trata de un premio al trabajo que el equipo multidisciplinario de la Fundación Desierto de Atacama –integrada por expertos como Clipboard09arqueólogos, antropólogos, conservadores y de la cual también forma parte el diseñador UDP, Juan Gili- ha desarrollado desde 2014 junto a distintas comunidades indígenas en torno a la protección y difusión de los Geoglifos de Chug-Chug, Región de Antofagasta: un conjunto de 570 figuras -una de las mayores concentraciones en el mundo- confeccionadas en directa relación con un camino caravanero prehispánico que atraviesa el área, y que por más de tres mil años fue la principal vía de comunicación entre los oasis de Quillagua y Calama.

Ubicados en el kilómetro 50 de la Ruta 24 Calama-Tocopilla (a 35 km de la ciudad de Calama), los Geoglifos de Chug-Chug son representativos de una tradición histórica y cultural milenaria (ca. 1000 AC-1550 DC). Sin embargo, hoy se encuentran seriamente amenazados debido principalmente al turismo informal, la instalación de torres eléctricas para la minería y los rally y actividades motorizadas off road, lo que ha sido constatado por distintos estudios arqueológicos desarrollados por la Fundación Desierto de Atacama desde 2008.

Es en este contexto, que el año 2014 el organismo instaló un campamento de monitoreo con el propósito de mantener actividades de investigación y conservación patrimonial. También se habilitó un mirador diseñado por Juan Gili y Lucas Schmidt –también ex alumno de la UDP-, infraestructura de bajo costo y rápida instalación que permite a los especialistas de la Fundación, en un contexto arqueológico de prospección y estudio, informar a la comunidad local y turistas sobre la importancia de los Geoglifos de Chug-Chug y su alarmante estado actual de deterioro.

La intervención de carácter temporal se ubica bordeando la ruta prehispánica que unió durante siglos los oasis de Calama y de Quillagua, desde ahí se puede obtener una vista completa de los Geoglifos y dar importancia a todos los elementos arqueológicos que componen el paisaje. Utilizando estructuras intencionalmente livianas y desmontables, la instalación busca demostrar de manera eficaz y en un periodo de tiempo determinado, los potenciales atractivos del lugar en torno su valor histórico y social.  De esta manera también se pueden proyectar las posibilidades de concretar un futuro Parque Arqueológico con infraestructura permanente.